jueves, 22 de octubre de 2009

Al final una se acostumbra al frío

una se acostumbra al olor a viejo

a las telarañas de las esquinas

a la oscuridad de una casa sin electricidad.

Una se acostumbra al olor a fuego

se abraza a ese aire,

lo respira y lo hace suyo...

y entonces años de civilización se deshacen en su pecho...

y tiembla de frío

llora de alegría...

llora de miedo...

(mientras se templa al sol)

No hay comentarios:

Publicar un comentario