lunes, 31 de agosto de 2009

Manzana, naranja, plátano y galleta

Fiestas y más fiestas...
En esta tierra parece que nunca se duerme. Cada día hay un concierto, un festival...

Y si no lo hay, se lo inventan.

En la madrugada viene por primera vez el frio, y con él mi dolor de garganta.
Ahora es cuando me tapo con la mantita, y me sale un murmullo por la boca que dice "mamá".
Aurora, Sara y Daría se ríen de mí por eso, pero, qué narices, quién no se acuerda de los abrazos de su madre cuando le duele todo el cuerpo?

Yo sí, por lo menos...

Aunque tenga 22 aún los necesito... los abrazos y los mejunges de frutas.





Por suerte el sol ha salido rápido. Y las vitaminas han hecho su efecto.

Lo malo es que rompí la batidora de Vincent, el alemanote del cuarto de al lado.
Espero que no le importe, él siempre tiene de todo otro más...

Y tampoco tenemos internet en casa. Los vecinos se habrán cansado de que se lo robemos.
Tendrá Vincent otro más también? Va a haber que hacer algo...




De momento aún no nos han dicho nada en la universidad.

Bueno, sí... Que estamos en el departamento de Mix Media, y que "ese" espacio de ahí es para construirnos nuestro estudio... Hemos cogido unas mesas, sillas, barrido, y ya está, construido.

Algún día de estos habrá que empezar a trabajar...

viernes, 28 de agosto de 2009

Primera semana...

Estos días han sido muy ajetreados..

Ahora llueve, ahora brilla el sol, y apenas tengo tiempo para pensar en nada...

Nuestra casa está llena de colores, de verde, de amarillo, de blanco, de fucsia, de rojo y de olores a cesped, canela, polvo y arroz al curry. Se está maquillando, y nosotras la abrazamos y la limpiamos, ella se muestra agradecida... Le traemos regalos y ella nos trae flores y semillas.

Hemos cenado crepes, comido tartas, comprado tomates, aceite de oliva, muebles de segunda mano muy baratos y cargados de historia, peluches, patines, zapatos, sombreros... Hemos paseado por una ciudad nueva de gente. Y hablamos lenguas nuevas e inventadas, nos reimos de aquello que no entendemos...

Madrid se aleja poco a poco. Cada noche reaparece.

Y a ratos viene a mi cabeza esa canción de Serrat que dice:

'Qué va a ser de ti lejos de casa, nena, qué va a ser de ti.."

Y yo me acuerdo de todo cantándola, y me río de alegría, mientras pedaleo más fuerte cuesta abajo camino a mi nueva casa...